22 ago 2019

¡Estoy en Guarida! ¿quieres estar tu también?



Queridos seguidores/as, para mi, amigos, me han empleado en La Guarida del Lápiz y Papel, me encontrareis allí, por lo cual no dispongo de tanto tiempo, ruego me disculpéis si tardo en corresponder a vuestros presentes.

Desde hace ya algunos años nos seguimos, y os invito a publicar en este grupo literario, solo necesitáis aceptar la invitación de autor que os llegará si notificáis vuestro interés. La mayoría sois autores o lo habéis sido antaño y también tenéis un blog, alguno medio olvidado. Os brindo la oportunidad que me han brindado a mí y hoy público en conjunto con 32 autores y se imprime en digital, (PDF y eBook) totalmente gratuito.

Anímate y haz que tus publicaciones sean visibles en el mundo entero, ven a La Guarida del lápiz y Papel,



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Antologías  y Ebooks del Grupo La Guarida Del Lápiz Y Papel, donde tengo el placer de participar 

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25 jun 2019

Ámame Con La Furia De Una Noche Sin Límites



Desnuda la rabia en mi piel
Recorre mi cuerpo sediento de ti
Del olvido, de la incertidumbre
Ámame lento y con pasión
Destapa mi instinto con pasión.

Te poseo desnuda
En esta locura
Encima de esta cama ideal quitando tu rabia
Nuestra última batalla
Es el amor que apagando la gana.

En ese volcán de fuego que ansía tu miembro
Caricias del infierno, rompe mi ansia de venganza
Ámame desnuda, con furia, desenfreno
Que mi rabia se vuelva caricia en tus caricias
Que mi boca blasfema y mi corazón esconda un te quiero moribundo de estasis.

Y te enrollas a mí, como el jazmín tiene perfumes el aire
Yo ahora, quisiera morirme dentro, como un guerrero cansado.
En el infierno me siento al sentir en tu cuerpo, los espasmos de amor,
Luego las manos, manos que aferran en la oscuridad
Ven más allá del respiro.

Ámame, soy todo carne encendida
Soy el diablo que tentara a tu sexo
La cueva de un grito, de un grito de placer
Mordido en el silencio.

Cuánto amo tus gemidos
Si el placer que das es infierno
No quiero ir al cielo.
Esta cueva que me aclama y gusta, ¡Tómame!
En profundidad, este abismo
De este tuyo y mío respiro.

Que tus manos se adentre en mis entrañas
Que llueva en mí el néctar de la vida
Lastima mi piel, y llámalo amor
En un instante de frenesí, locura y rabia.

Se mueven las manos, buscan de aferrar
Y te late fuerte el corazón
Tanto, de morir
En el precipicio de un placer

Guarda la ternura para secar mis lágrimas
Y poséeme sin límites, como si fuéramos…
Animales salvajes.

En los poros de la piel frenesí de labios ardientes
Fluye el ritmo que me guía en la cavidad
Bañada al ápice debilidad y firmamento.

Acaricio cada parte de ti, te desnudo, te excito
Déjame amarte, dominarte
Gritar al unísono

Transitan los sentimientos en los placeres encendidos
Sobre esperas felinas viajando en tu conquista
Sobre cada área de mis sentidos cala en picado tu gracia.

Descarga las gotas que nacen de tu deseo
Cierra los ojos, siente…
Mientras visto mi piel desnuda
Y saco la rabia de mi sangre

Tus uñas esencia de gracia sobre mi cuerpo
Incontrolados arañazos y llamas, tergiversas y luego
Te ahondas, y las vísceras descompuestas
Dan inicio al placer

Tu, yo…haciendo el amor
Sin normas…sin susurros
Sin nombre…
Solo grita y vacía en mi…la vida

Alegría los besos y las caricias en lluvia detonante
El ritmo del corazón, primavera en espera viven
En mí antes de la noche y el alma se expande
Sobre abundantes orgasmos.
¡Y es amor…con nombre, Amor de Vida!

© María Luisa Blanco & Greg D.


23 jun 2019

Una Gaviota Sola Y Triste



Vuelo triste sin el océano sin el reflejo del sol, la noche
oscura sin polluelos de gaviota, el nido está vacío
con el pico debajo el ala, esperando poder despegar
en la noche negra sin estrellas sin luna, sin el reflejo
del mar, un día lo dejó de vislumbrar por la tristeza.

Una luz tenue, una llama diseñando sombras
coloreando la noche impregnada de pensamientos,
se acompaña entre las espiras del tiempo
recitando la parte suya la más bella, sobre el
océano volando va una gaviota sola y triste.

No tiene horizonte, nada que la haga marchar
hacia otro lugar, que la llene de paz y seguirá con
el nido vacío, sin amante sin calor, le seguirán
faltando lo besos con voces olvidadas susurro
lejano, pecho que anhela el roce de unas plumas.

El juego de la vida quema, cicatriza con su escurrir
con perfumes de rosa recordando los momentos,
las disueltas espinas extirpadas de la edad
con los aterciopelados pétalos de capullos a remembrar
de aquel pasado los algunos de los días felices.

Amanece y brilla el cielo azul, alas que sangran
alma en pena, por la desilusión de un amor
que marchó y la consiguiente decepción aunque
espera paciente pero vuelve la noche oscura,
sin abrazos sin vuelo que planear a su lado.

Viejas manos escoltan claudicados pasos
trémulos a apretar el inestable candelero
en el antepecho de la existencia
dos pájaros gorgorean casi a murmurar
de aquellas entonaciones el felino respiro.

Con el pico abierto hay una sonrisa infinita,
al recordar los amores perdidos y los cantos
de esperanza que le daba el gavilán cuando
la acariciaba, en sus despertares y le decía
mí gaviota de ojos verdes siempre te amaré.

Alerones de misterio comparecen en el entorno
retrocedidos pasajes a volver a la mente
años transcurridos en el valle de los sueños
y ahora... entre los silencios de un destino
la cera está ahí a pegar para la adormecida vida
a contar “el juego de la vida”

En la soledad de su mundo errante, se sienten
los témpanos de hielo, sufridos por la larga
noche oscura, desasosiego y la dejadez de
un corazón roto por el desencuentro en la
noche, pero sigue recordando, sus palabras
mi gaviota volveré.

La soledad es una maestra severa, me ha desvelado
el sentido de la realidad, a contar a mi mismo
y a afrontar los riesgos de la sociedad,
a saber llorar en el corazón de la noche con humildad,
a tener paciencia y respeto con quien no tiene,
me ha indicado el camino de la verdad, a ser
sincero y generoso con verdadera humanidad.

Su amor no ha llegado y muere una noche
más sin sus plumas, sin el calor de su cuerpo
sin su aroma, sin esas grandes alas brillantes
potentes que abrazan y llenan su helada piel
de un olor marino, que la acercan a su mar.

El corazón veleja bajo un cielo sereno, como si fuese
navegando en una barca. Amor que de amor vive y muere
corazón se abre siempre a las puertas del amor,
amor para vivir en cada acción, amor que despierta y llora
como gotas de sudor, entre las ultimas palabras se queda
la añoranza de las más bellas.

© Carmiña Carmela & Greg D.

Nota del autor: Poesía publicada en la antología poética Las Últimas Palabras... Quizás las más Bellas, del grupo La Guarida del Lápiz y Papel donde he tenido el placer de participar.

La Belleza Del Amor



Escucha el latido
de tu corazón, escucha mis palabras,
no serán las últimas,
estaré a tu lado
también cuando no advertirás más
mi presencia.

Estoy detenida
a tu lado respirando
este momento de vida
apasionado
asida a un clavel prendida
y de nuevo terminará el día
colmado de caricias
comenzará la noche,
tiraremos de la luna
con los pies hundidos
en la arena sin derroche.

Me convertiré en tu sombra
para acompañar la delicadeza de tus pasos,
no dejes de soñar
antes que tus ojos
se iluminen de nuevo
delante de la belleza del amor.

Seguiré mientras pueda
escribiendo melancolías
de besos otoñales
de versos de ensueño
contenta de tenerte presente
pegado a mis granos de plata
con tu presencia. marcada
en la otra sombra de la luna
con cuerpo de mujer
dejando sus hilos
atados a nuestros pies

© Araceli García Martín & Greg D.

Nota del autor: Poesía publicada en la antología poética Las Últimas Palabras... Quizás las más Bellas, del grupo La Guarida del Lápiz y Papel donde he tenido el placer de participar.

21 jun 2019

Tus Cuerdas


Atadas a la última rama
tienen de los ojos
solo pálidos sabores.

Suspendidas en el aire,
agarrándose en el último intento,
palabras en silencio a gritos.

Tengo un montón de palabras
por dividir
y hojas muertas por escuchar.

Música de brisa amaneciendo,
pasos huecos cual respiración,
oídos atentos a tu llamada.

Ahora que a mover en la oscuridad tus colores
hay solo un aliento de viento
que interrumpe el paso.

Color miel tus ojos,
te pienso en las más bellas,
emociones que sentí contigo.

Llama mi nombre, si aún puedes,
llámalo de tus distancias,
y yo lo escucharé aunque sin voz.

Susurro con mi alma,
tu nombre, quizás me oirás,
llama de amor encendida o muerta.

Y todavía mis ojos
trajinarán los minutos, las horas, los días
con tal de reprender la ruta
que me has indicado tú,
aún antes que lagrimase el día
en aquella primavera que saboreaba lenta
el perfume de las glicinas,
y que me quito para siempre
a la mirada tuya.

Recordando tus frases hacia mí,
las más bellas jamás oídas,
mi cuerpo florecía recordándolas.
pero quizás las últimas palabras
fueran las que me quemaron por dentro,
obligada me vi de huir de tus besos,
de tus palabras aterciopeladas mi amor me ahogo.

© Manoli Martín Ruiz & Greg D.

Nota del autor: Poesía publicada en la antología poética Las Últimas Palabras... Quizás las más Bellas, del grupo La Guarida del Lápiz y Papel donde he tenido el placer de participar.

20 jun 2019

Dicen Que Las Palabras... Se Las Lleva El Viento



Me acostumbré a escuchar tus palabras,
tu risa suave y tu dulce voz.
Que en mis oídos se hacían arrullo,
como melodía de una canción.

Habla el viento entre besos en el bosque,
rico en vino camina alegre
en la música del otoño se solfean
abrazos de seda, maravillas al corazón.

Dicen, que las palabras se las lleva el viento,
pero el viento las trajo a mi corazón.
Un corazón que moría de pena,
y volvió a la vida con tu dulce amor.

Es roja la puesta del sol como el verso en el libro
la miel sobre tu seno
la bondad del creador en el espejo del alma,
palabras al silencio del campo despertando la mente.

Y aquí en silencio cada día te espero,
yo sé que nunca tú me dejarás.
Porque tu amor es puro y sincero,
un amor completo… Un amor leal.

Te quisiera a menudo diseñar con reflejos de sabiduría
y un buen día en los labios
con versos de amor despertar
a nuestro corazón con colores de mar

Y cierro los ojos, gritando tu nombre,
galopa de prisa tu bello corcel.
Sabes que te pienso y sabes que te espero,
yo quiero escucharte mi amor otra vez.

Un beso especial a pegar como la hierba al sol,
caminar de la mano la infinita vida
con pasos de magnolia
más allá de las últimas palabras.

© Esperanza E. Vargas & Greg D.

Nota del autor: Poesía publicada en la antología poética Las Últimas Palabras... Quizás las más Bellas, del grupo La Guarida del Lápiz y Papel donde he tenido el placer de participar.

17 jun 2019

Has Sido



Has sido el abandono
y yo el placer
en este va y viene sorprendente
entre el grito que se alzaba en la noche
y los besos repetidos
en la aurora nacida
mientras el fuego
por turno alimentado
quemaba nuestros pasos vivos en la garganta
y yo a crujidos un aire solo cantaba.

Has sido tú la luna que
ilumina el camino de mi oscuridad,
con tu rayo de luz donde
enciendes el deseo más ferviente
que corre por las venas donde tú
le has dado el calor a este torrente
que rebalso hasta fundirse en
una hoguera…

Has sido tú la llama
y yo aquella agua
qué ha apagado tus ganas y los calientes accesos
gozados uno a uno en bomba magna
entre el sol
qué volvía a reiniciarse
con sus rayos locos
ilimitados
las mil estrellas ardientes bonitas riadas
qué brillan si el cielo las contiene.

Demonios andantes no comprenden
que tu cuerpo es solo un deleite
de estas estrofas, para embriagarse
de este amor loco desenfrenado
que surge de las profundidades
de nuestro ser.
Desmiéntele al sol o a esta luna
sólo así grabaras con gran pasión está envergadura.

Has sido mi respiro
y yo tu viento
que ha abierto esta puerta al fondo de la oscuridad
conjuntamente a los toques y las caricias
trazadas delicadas
y luego calmadas
en oro en la ronda
al infinito
entre lo blanco de tu lecho sorprendido
y el corazón mío satisfecho ahora ya enganchado.

Has sido amante mío mi viento,
viento donde he podido volar hasta
tu portal para pintar esta oscuridad en
la luz más apreciada que vas a tener en el tramo de los caminos de tu gloriosa vida
junto a mis caricias en el canto de esta
hermosa ronda de aquí al infinito…
Donde mis alas se posaran en tu corazón ferviente de deseos, solo diremos que ha sido el encanto de las historias enganchadas jamás contadas.

© Verónica Hernández Bertín & Greg D.

11 jun 2019

Tú, Yo y Ella



Tú y yo, amigos en el barrio desde niños,
las clases diarias en el colegio y en el Instituto;
y en el barrio nuestros juegos de adolescencia:
chicos y chicas juntos pero no revueltos,
hasta que una joven vecina apareció un buen día.

Eras un amigo con cual dividía el cielo
a contar las auroras, más oscuras de los gestos,
había una estrella en el pecho que latía
para no interrumpir el destino del corazón,
éramos tú y yo inseparables e inconquistables.

Todos queríamos ser sus amigos,
y tú y yo nos propusimos conquistarla,
uniendo nuestras fuerzas y nuestros cariños,
pero sin pensar que quizás de pronto
los dos caeríamos en las redes del amor.

Ella era linda como una Madonna,
fue para nosotros un reto, un fascinante reto,
no nos dimos cuenta que caíamos en sus redes
y nos anulaba nuestra voluntad, y en cierto
modo también nuestra amistad.

Todo era un constante querer estar a su lado,
inventando motivos, situaciones y afectos,
tratando de ganar su ansiada confianza,
frente a las muchas artimañas que el otro
empleaba siempre en contra del adversario.

Ya no teníamos nuestras tertulias ni juntos se nos veía
cada uno con sus artes a ella seguía buscando,
nuestra amistad poco a poco se estaba acabando
fuimos el hazmerreír de toda la clase, nadie decía nada
pero a escondidas sí se murmuraba.

Cada uno era feliz con ella a solas
y sufría en silencio si era a tres bandas;
por lo que cada uno luchaba con sus armas,
incluso queriendo ir más allá de las caricias y besos,
con tal de que el otro quedase solo y desarmado.

Sí, cada uno era feliz; ¡Eso hacíamos creer a todos!
la verdad sólo la sabíamos nosotros dos;
se intentó todo; ella nos camelaba y nos creímos
ser dueños de su amor sin ver a donde habíamos
llegado en esa infructuosa conquista.

Y un buen día, ambos cara a cara,
nos vimos obligados a afrontar con decisión
el futuro que a su lado nos esperaba;
fueras tú o fuera yo ante ella el agraciado,
o quizás mejor nunca haberla conocido.

Ese buen día razonamos, fuimos capaces
de distinguir lo que era amor, amistad o insensatez;
al final ¿Qué se obtuvo? ¡Nada!; nada más que sinsabores,
por mucho que luchamos ni un roce conseguimos,
ella a ninguno de los dos dejó al huerto llevarla.

Pero de lección sí nos ha servido;
nunca más otra chica hemos disputado,
y de nuestra amistad seguimos disfrutando;
recordando de vez en cuando aquel desatino
como una señal que pudo marcarnos el destino.

Bien cierto, y ella bien contenta disfrutando,
con el profesor de literatura se han juntado,
mientras nosotros amigos seguiremos siendo;
aunque si la viésemos pasar a nuestro lado,
tal vez una mirada de soslayo sería lo apropiado.

© J. Javier Terán & Greg D.

31 may 2019

Un Ramo De Perfumadas Flores



Quiero escuchar tus poesías, amor,
entre el escurrir de los versos buscaré tu aspecto,
de la esencia quisiera conocer el color
y sentir con tu sentir los sentidos, en cada soneto.

Quiero escuchar como leve canto
de avecillas amor…
Casi murmullo en cada verso.
Disuadir entre las rimas capullos
que dejen escapar fragancias dulces
y sueños.

Vestida de un manto de terciopelo perfumado,
eres superba rosa en el jardín,
luego narciso amarillo cuando el corazón de ti es besado
y más allá, entre la hierba, eres violeta ciclamino.

Jardinero que llevas el fino cuidado
en tus manos de agua y viento.
Haciendo resaltar del jardín
las más hermosas rosas y violetas
desencadenando los aromas
más perfectos.

Deshojo al azar las páginas amarillas del libro,
entre las rimas se entrevé una blanca margarita,
puesta a indicar entre los versos, el marcador de libros
que un lejano día fue puesta con amor entre los dedos.

Ese amor que se escribe en páginas
nuevas y nuevos sentimientos.
Que se escriben bordeando los espacios que un día se marchitaron
en el tiempo.
Dibujando estelas de esperanza,
en un nuevo cielo.

Eres color de la puesta del sol y también de la aurora.
Sonido ondeante del mar al soplar el viento,
susurro de vuelo coloreado de mariposas, resonar de lluvia ahora,
una suave musicalidad de sonidos que solo ahora siento.

Eres color de sol llameante como fuego, y también de noche
que se viste de estrellas y luceros.
Cascada profunda y derroche de aguas cristalinas,
canción de río de corrientes suaves
y bordes de flores esparcidas.

Eres de los sentidos el perfume embriagador, la música y el color
de un ramo de perfumadas flores y fantasía.

Alcanzas y traes musicalidad al corazón,
amor… del poeta eres su poesía.

© Esperanza E. Vargas & Greg D.

24 may 2019

SUSURRÁNDOTE



SUSURRÁNDOTE

Susurrarme al oído que el silencio
Sigue encendiendo nuestras horas
Como mariposas bailando desnudas
el vals de todas las locuras.

En este agitado mar una palabra dulce
despierta deseos sin vuelta atrás
la piel sonriente al recitar la suave brisa

Sueña con mis sueños a flor de piel
Sueña que la libertad se escribe sin palabras
Dime despacio fijando tus ojos en mi mirada
Ese te amo, ese que solo a mí me pertenece.

Eres mi poesía rara
entre el nido de paz
que danza en los colores del arco iris
dibujando los te amo deseados.

Dime qué la tristeza es un beso
Que alimenta la pasión, que enciende luces
Que un abrazo nos lleva al cosmos donde
somos dueños de nosotros mismos…

El corazón se sobresalta mientras
concentrado en el nuevo manuscrito
sacio estaré, leyendo
infinita dulzura en los pétalos de arcilla,
un rio de miel me susurra de ti.

Dime amor si no te importa
Que me vas a inmortalizar en tu corazón
Para que la melancolía se asuste de nuestro amor y me abandone.

En la penumbra de tu habitación
desnuda floreces en flor la luna
bajos las sábanas de pétalos de rosa se esculpen formas.

Dime susurrando muy despacio
Tan solo que me amas en cuerpo y alma
Que el silencio son las sonrisas
Que desnudamos en nuestra piel.

A la cosecha de los sentidos
“y desnudo el deseo en la mirada”
prendido de un respiro solido,
vulnerablemente encendido,
umbral del placer que quema nuestra piel.

© María Luisa Blanco & Greg D.

Así Cerca De Ti, Igual A Mí

Añadir leyenda

No creo en los pecados no creyendo en dios
no sé resistir a las tentaciones
no hay nadie más que el mundo
así cerca de ti igual a mí
no puedo estar sin ti.

Quiero quedarme aquí
perderme en las emociones que trastornan mi mente
y me hacen desearte más,
arrullarme con el aroma que emana tu cuerpo
y se queda impregnado en mi piel.

Perderme en los sentidos me devora la mente
no puedo resistir a las tentaciones
en hacerte jadear entre las sábanas
frotadas contra la ingles sonrosadas
abriendo las piernas en anhelada espera.

Devorar poco a poco cada parte de ti,
subir, bajar quedarme en la mitad de tu cuerpo,
deleitarme con tu sabor y embriagarme en tu piel,
cabalgar sobre ti hasta que el grito de pasión
que sacas de mí enmudezca mi voz.

Clamarás mi nombre amor, amor, amor
cuando llegué en los sueños casi verdaderos
los dedos resbalaron bajo la intimidad
perfumada de carnalidad de fémina
florecida por los desenfrenados apetitos cautivados.

Te siento en mi,
mis manos juguetean con tu intimidad
que parece enojada y a la vez tierna,
tu sexo firme lo siento latir,
mi humedad se confunde con la tuya
y tu suspiro estremece mi ser.

Los senos brotaron como néctar de los dioses
entre los dedos las estrujé mordisqueando dulcemente
uno a uno chupándole
como un remolino de la borrasca invernal
blandidos entre mi sexo implicado.

En el momento exacto siento tu penetración,
me haces tuya, no hay nada de mí que no sea ya de ti,
tus manos en mis senos,
tus besos por todas partes queriendo grabar mi cuerpo en ti,
yo me dejo llevar no hay nada que pueda hacer
solo dejarme amar.

Como un viento impetuoso
y gitanadas bajo la ducha
con aquellos pequeños labios róseos
el botón puntiagudo contra los dedos
que batían sobre el corazón y en los pensamientos envueltos
gimoteando en los silencios de inciensos orientales

La tranquilidad de clímax llega,
exhaustos nos quedamos abrazados,
nuestros corazones latiendo al compás de la pasión
que momentos atrás nos abrazaba,
así cerca de ti, igual a mí.
esperamos el paso del tiempo
para amarnos de nuevo.

© Angeles Loera & Greg D.

11 may 2019

Se Trata Siempre De Amor

Añadir leyenda


En medio de las nubes
escondida del sol
sopla mi melancolía
se abre en un cielo
que va del gris, al celeste
al rosa desteñido.
Saluda al anochecer
un extraño viento
y la explotación de ardor
último fuego del ocaso
no tarda en venir…

Volaban los pensamientos
sobre alas de mariposa
mientras suena fuertemente el corazón.
Me enterneces como la estrella
entre los brazos de la luna.
te fijo en los ojos
y las manos no se paran
en el rostro.

Un mar de ecos lejanos
coge posesión de mí
y en el juego de la seducción
me enviste la cornisa de la noche
que vertiginosamente
me arrastra en recuerdos
de sueños prohibidos.

© Greg D.

Buscaré Mi Lugar

Añadir leyenda

El cielo llora
ni tan siquiera él
quiere acariciar
la alma mía en pena,
no quiere perder tiempo
con quien se resigna.

Tiene razón…
pero hoy la niebla me encadena
no consigo atravesar las zarzas
y defenderme de las espinas que me atormentan

El viento es demasiado fuerte…
imposible contrarrestar las turbulencias
los sentidos de culpa que me agitan
el vacío que me captura
y los miedos que me torturan,
como hago a aceptar
aquello que el destino ha decidido.

Las dificultades aumentan
como copos de nieve dentro la tormenta,
día a día
injusticias y desagrados
aprietan las manos con un lazo
destrozan las palabras
y someten el alma…
alma que ya no se rebela
e inútilmente queda en espera

Desvincularse no basta…
las dudas ahora ya me atormentan
y nadie puede ayudarme
nadie puede comprender.

Quisiera tanto encontrar un sentido…
parece de vivir en un laberinto
donde no existe forma de salir

Y como un tonto tiemblo
como un niño inseguro
como un hombre cansado y aburrido.

Aquello que no encuentro
paz y serenidad están lejanas,
resignado y desilusionado
hacia el abismo me encamino…

Inesperada
una sombra luminosa me llama
me sonríe y me habla:

“Tú respiras…
debes luchar”

…Reflexiono solo un instante
y con la voz rota del llanto
inicio el desahogo…
debo luchar por mis ángeles
porque son mis ojos

Las sonrisas unidas que me consuelan
se vuelven grandes y se ponen las alas
comienzan a colorear sueños y esperanzas
mientras mis cabellos
siempre más blancos
me obligan a un balance.

No… no puedo…
ahora es imposible…

No quiero hablar del pasado
no me reconozco
me miro al espejo y me odio…

Basta… basta pensamientos
dejadme respirar libre,
pido solo una pausa
el corazón está nauseado
pero no quiere rendirse
siento que late
cuando se emociona

Cuando quisiera gritar
para consolar a quien tiene miedo
cuando se entristece
y no puede secar
las lágrimas de quien sufre

Lágrimas amargas
de quien vive bajo tortura
de quien ama la vida
y no la quiere dejar…

No… no quiero aflojar…

¿Un simple soliloquio podrá bastar?
¿Este monólogo
sin embargo simple y desentonado
ayudará a el alma mía a no sufrir?

Quizás…
pero en la vida
los verdaderos problemas son otros
y yo
soy solo uno de tantos.

Fuerza y ánimo
para volver a salir.
Probar no cuesta nada…
buscaré mi lugar
porque amo el día y la noche
amo el sol y la luna.

Y amo sobre todo a ellos…
mis ángeles
carne de mi carne
sangre de mi sangre.

© Greg D.